Entrevista a Joan Domènech
-¿Qué es para vos Innovar en Educación?
En Catalunya tenemos la tradición de diferenciar entre innovación educativa y renovación pedagógica. La primera supone cambios técnicos, metodológicos, con el objetivo de favorecer los procesos de aprendizaje de la escuela. La segunda supone añadir el propósito o la finalidad. Lo importante no es la palabra sinó el significado que le damos. La innovación o la renovación es una necesidad que debemos abordar desde todos los puntos de vista para conseguir que la escuela reescriba su compromiso con la sociedad: el acceso universal al conocimiento, la contribución singular a la justicia y equidad social y la emancipación de todas las personas, sin ningún tipo de discriminación.
La educación, para que no pierda su naturaleza, debe poder desarrollar estos compromisos y, para ello, debe mantener su esencia, adaptándola a cada contexto social e histórico. Esta adaptación puede suponer cambios metodológicos (ahora sabemos como aprende mejor el alumnado), curriculares (necesitamos currículums más flexibles, menos prescriptivos y que puedan recoger las necesidades del alumnado) y organizativos (hay que empoderar al profesorado, a las comunidades educativas y a los centros en un contexto de autonomía e interdependencia)…
Es evidente que esta innovación debe sacudir la escuela en general y la escuela pública en particular como motor del sistema educativo, para que pueda volver a plantearse los compromisos citados y recupere la confianza que la sociedad puso en ella, cuando se generalizaron las primeras reformas que planteaban el acceso universal a la educación. En el fondo hay que responder a la pregunta de si la escuela puede cambiar la sociedad. Una sociedad que precisa de un cambio profundo y urgente que se enfrente a los problemas estructurales: pobreza, violencia, falta de democracia, paro estructural, control tecnológico, destrucción del medioambiente y la biodiversidad, etc.
Seguramente no puede hacerlo, y menos sola. Pero sin la escuela tampoco podemos plantearnos ningún cambio social profundo. Ahí está la contradicción esencial de la innovación.
-¿Cuáles considerás que son las transformaciones educativas prioritarias y cuáles serían a mediano y largo plazo? (Detallar ideas concretas o referir experiencias de las que tengas conocimiento)
En cada situación concreta debe ser la propia comunidad educativa la que defina cuales son sus objetivos a corto, mediano y largo plazo. No puede haber soluciones concretas válidas urbi et orbi.
Me atrevo a responder con carácter general y sin ánimo de no dogmatizar en una situación en la que los cambios tienen una naturaleza rápida e imprevisible en gran medida, y os propongo tres ideas:
El impacto tecnológico está cambiando nuestras vidas y puede suponer una nueva y gran dificultad para la emancipación de las personas. El consumo de tecnología y el big data como fenómenos asociados puede favorecer la dependencia de las personas y su sometimiento a los intereses más corporativos de la sociedad. Por lo tanto, todo lo que refuerce y trabaje la autonomía personal, el trabajo cooperativo y comunitario, la autoregulación, el conocimiento de las propias debilidades y potencialidades, el pensamiento crítico y el análisis de los fenómenos sociales, entre otros aspectos, será positivo para la toma de conciencia de la humanidad frente a estos intereses corporativos.
La crisis mediambiental, el impacto en la biodiversidad de nuestro sistema productivo y de consumo, pone en peligro el futuro de nuestra especie en el planeta. Por lo que las iniciativas de conocimiento del ecosistema y trabajo ecológico, el aprendizaje, la crítica y la propuesta hacia sectores productivos respetuosos con la naturaleza, de una nueva producción que disminuya el consumo energético y pueda suponer un freno a la degradación ambiental y al peligro de desaparición de la especie humana, son aspectos que deben formar parte del currículum común de la educación obligatoria.
Finalmente, la idea de comunidad. La escuela es el lugar en el que se experimentan nuevas formas de comunidad, cooperación e implicación de y con la sociedad: el trabajo en equipo, colectivo, las experiencias de aprendizaje relacionadas con problemas de los entornos y contextos inmediatos (APS), el trabajo educativo comunitario (con las familias, con el entorno)… son factores procedimentales y organizativos básicos para pensar la escuela de mañana.
-¿Qué importancia tienen las pedagogías alternativas y otras formas de educación?
Hay un aspecto de insatisfacción permanente que debe conducir a la humanidad a plantear mejoras en su situación concreta. En educación, esta insatisfacción se basa en el carácter orgánico del proceso educativo, en el que nada puede darse por cerrado y programado de antemano: la imprevisibilidad, el riesgo, la flexibilidad son características del hecho educativo, que nos llevan a la necesidad de pensar la educación como algo en permanente cambio.
La base de dicho cambio es el pensamiento que las comunidades educativas deben hacer para adaptar sus propósitos y finalidades emancipatorias a las nuevas condiciones y a la nuevas situaciones que la evolución constante de la sociedad, en todos sus elementos, le plantea.
Debemos mantener la esencia, y plantear que las formas educativas no son eternas y deben adaptarse constantemente a nuestros propósitos.
Si tuvieses la autoridad para modificar la normativa vigente ¿les darías reconocimiento?
Naturalmente. Las administraciones son profundamente contradictorias: su ideología y su práctica depende en cada momento de las correlaciones de fuerzas económicas, políticas, sociales, culturales… Vivimos en una sociedad en que la presión de las grandes corporaciones es muy fuerte e intenta influir en el discurso educativo: privatización, educación para las élites, tecnologia como solución, subordinación del profesorado… y valores predominantes como el consumo, la superficialidad, la rapidez, el individualismo. Por todo ello, las clases populares que quieren mejorar su situación y luchan por su emancipación, deben ejercer también una gran presión por sus derechos. Ahí está la base que puede permitir el reconocimiento de nuevas prácticas y nuevos compromisos educativos y sociales.
¿Cuál crees que sería la mayor resistencia?
Las resistencias las encontraremos en todos los sectores cuando se centran en sus objetivos partidistas y corporativos y no asumen un planteamiento global, democrático y por el bienestar de la humanidad. Las resistencias siempre tienen una base que es perder los privilegios propios. De ahí que hay que librar también una batalla ética por la educación y por el bienestar. No se trata solo de “mejorar la enseñanza”.
-Un mensaje a la ciudadanía...
La ciudadania debe asumir su papel activo en relación con la educación. Debe comprender la esencialidad de la educación en un mundo en crisis.
En la crisis pandémica actual hemos llegado a la conclusión que la sanidad y la sanidad pública, es importantísima y esencial para hacer frente a una situación de emergencia como la que hemos vivido. Pero de la misma manera que se ha llegado a esta conclusión en lo relativo a la salud no está tan claro que la escuela y el resto de las instituciones educativas, tenga a ojos de la sociedad y de la administración el mismo carácter.
Por lo tanto, pienso que la ciudadanía debe hacer esta reflexión de forma urgente. Ante los problemas de la sociedad, la escuela debe fortalecer este carácter de esencialidad por diversas razones: 1. Es la única institución que acoge a todos y todas y puede desarrollar un curriculum común y básico de saberes y valores que refuercen la idea de ciudadanía y bienestar. 2. Es una institución que puede pensar una sociedad mejor y más equitativa y encaminar los aprendizajes hacia este propósito. 3. Es un laboratorio de experiencias constantes de humanidad porque contribuye a saber y comprender el conjunto del saber, artes y ciencias; y de democracia porque es el contexto adecuado para desarrollar iniciativas prácticas de ciudadanía. 4. Contribuye a la emancipación de las personas desarrollando su pensamiento crítico y su autonomía en un marco de cooperación e interdependencia. 5. Finalmente, puede hacerlo y lo puede hacer mejor que cualquier herramienta tecnológica, porque incorpora la presencialidad, la relación entre iguales, la socialización, como mejor método para aprender, saber y cooperar.
La ciudadanía debe sentir y defender esta esencialidad para que las administraciones tengan que asumir que la inversión en educación es una inversión de futuro para sus pueblos y para la humanidad en su conjunto.